Me pido primer para desertar de la estrechez, de los que saben negociar tablas en el ajedrez.

- No puedes pretender que sea como ella.
- Y ¿cómo es ella?
- Pues ya sabes… una de esas figuras de ajedrez que daría la vida por su rey.
-Y ¿tu? ¿cómo eres tú?
- ¿Yo? Una reina de las que terminan la partida en pie y jamás se conforma con tablas. 

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