Habíamos comprado los billetes de avión
y tenía reservada una cena sobre el río.
Sería tu primera vez allí
y quería que lo recordaras,
quería construir en tu memoria
lo que tantas veces debí dinamitar en la mía.
Teníamos 20 años
y tuvimos que aprender
que los billetes de avión
no se pueden devolver,
que los barcos sobre el Sena
navegan igual con sillas vacías
y que sólo hacen falta dos personas,
dos,
para convertir París entera
en la ciudad del desamor.
Tantos años después,
parece que hasta la mismísima Notre Dame
ha quemado la esperanza,
de volver a vernos
juntos.
Teníamos veinte años.
Hasta eso, hemos perdido
Qué bueno es saber que aún sigues escribiendo, estas activa en alguna red social? Te escribe un fan, que había estado perdido de tus palabras y ahora las ha vuelto a encontrar y que no se ha movido del mismo punto desde hace años, pues "ha pasado mucho tiempo, pero tan poquitas cosas":')
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias! Con comentarios así dan ganas de escribir más, pero no siempre resulta fácil encontrar el tiempo, el espacio, y sobre todo el silencio (interior) para dejar a las palabras libres.
EliminarEn cualquier caso, el blog sigue vivo, espero saber protegerlo y no dejar que se apague la llama :)
Gracias de nuevo por el regalo.