Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre.


No por mucho acariciarlo, se convierte en oso un peluche al que quieres, ¿por qué, entonces, iban los besos a transformar en persona el cuerpo al que amas?

Comentarios

  1. Ya podría esa situacion no darse jamás, tristemente no es así

    ResponderEliminar
  2. Ya podría esa situacion no darse jamás, tristemente no es así

    ResponderEliminar

Publicar un comentario